lunes, 13 de julio de 2009

Ya estamos aquí!!!

Llegamos ante ayer a Bogotá por la noche y nos acogieron amablemente en su casa Manuela y Juan. Nos dieron nuestro primer paseo por Colombia por las calles de Bogotá y acabamos en el único bar abierto tomando una cerveza.

Por la mañana nos dieron un típico desayuno de huevos pericos (huevos revueltos con cebolla y tomate), té de albahaca, macedonia de frutas(manzana, papaya y platano), jugo de papaya y bollo de queso.





Así que gracias por todo a ellos dos y a Luz Helena que nos hizo el favor de darnos el contacto de su prima.


Y por fin llegamos a Riohacha. QUE CALOR!!! Hace una humedad increíble y estamos a unos 40º, dicen que es la temporada más calurosa. Y somos los únicos "gringos" que se ven por aquí, porque la época turística ya pasó. Así que nosotros somos la atracción turística.

Nos alojamos en una urbanización vallada con casitas y calles peatonales. Yo vivo con la familia de Rocío, Germán y sus dos hijos y Juan Carlos en la casa de los vecinos de enfrente. Nos han acogido muy bien y nos tratan de maravilla.

Tenemos muchísima gente colaborando con nosotros así que debimos apuntar los nombres y de donde eran porque nos perdemos.
Pero ya paso el primer día y hicimos una reunión improvisada en el portal de casa de Rocío para hablar del trabajo que hacer aquí. Y resultó que Juan Carlos se encontró entre un montón de mujeres en el proyecto.





Los amigos que nos decían "Anda, menudas vacaciones",que sepan que nos levantamos cada día a las 5:30. Así que ni Jet Lag ni nada, A TRABAJAR!!

Hoy lunes empezaban los niños las clases y la gente a trabajar, así que hoy había ya el tráfico diario, aquí nos movemos para todo con taxi. Eso sí, como siempre nos acompañan, solemos ir 5 personas metidas como se puede en el taxi.

Primero visitamos una escuela de parbulos en el barrio San Judas Tadeo, que es un proyecto de referencia para el nuestro.





Luego hemos visitado la escuela de Esperanza de Salvación en La Lucha y hemos llegado a la hora del almuerzo, así que he sido solidaria y he almorzado lo mismo que los niños. Les dan tortas (como bolas fritas) de harinapan con queso y "bienestarina", que es una bebida muy nutritiva que les da el Estado a la Fundación para combatir la malnutrición.

Los niños son encantadoes y te saludan nada más verte, y se les ve con ganas de aprender. Pero están en una escuela sin iluminación ni ventilación, apretados y sin patio. El recreo lo hacen en el arbol de la acera de enfrente.





Luego, unas calles más allá (que con el sol que hace parecen km) hemos visitado el solar de la futura escuela. Es un solar que está al final del barrio de La Lucha y que solo le sigue campo, donde solo llega el agua un día a la semana y no hay alcantarillado.



El barrio donde se encuentra el solar es de Estrato 0, eso quiere decir que es el más pobre de la ciudad. La ciudad se divide en estratos de 0 a 6, aunque no estan separados, y los de estratos mayores pagan más impuestos y servicios. Por ejemplo los estratos más bajos el agua la tienen gratis, porque se paga con lo que pagan los estratos mayores.

Y por último visitamos otro proyecto de la Fundación Funeducar, que es un Albergue de indígenas Wayúu, donde viven chicos varones (se tuvo problemas al mezclar mujeres y varones en un mismo centro por la cultura que mantienen ellos de dar la dote si dejas embarazada a su hija). Estos chicos viven entre seman en este centro y los fines de semana con sus padres en las Rancherías, en el medio del desierto. Y estos chicos de 10-14 años fueron encantadores con nosotros, nos recogieron del arbol del patio del albergue un cubo de mangos. Pero lo impresionante era ver como se subian al arbol como monos para cogerlos. Y se sentaron a charlar con nosotros de que estaban contentos de poder estudiar, y que ya tenian hermanos que con el ismo proyecto consiguieron ir a la universidad de La Guajira.

Se que os puede parecer que me enrollo, pero supongo que entendéis que los primeros días es cuando se conocen más cosas. Y eso que me quedo con la sensación de dejarme de contarles como nos tratan aquí. Eso me lo reservo para mi. La verdad es que solo llevo 4 días y ya me podría volver diciendo que este viaje fue especial.

Y que estan pendientes de nosotros como si fueramos sus hijos.